A proposito de Chema Madoz

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Ayer fui al MAVI a ver a Chema Madoz, un fotógrafo español, quien señala una influencia e su trabajo de fotógrafos como Duan Michaels y Ralph Gibson. Como sea, su propuesta es única. No soy demasiado aficionado a la fotografía conceptual, salvo algunas escepciones entre las cuales esta Hiroshi Sugimoto, quie no solo me gusta si no que admiro y busco permanentemente sus trabajos. La poderosa simplicidad de sus conceptos, que luego plasma en imagenes impecables, es quizas lo que mas admiro. Pero creo que también hay demasiada basura ridiculamente admirada, como Gursky o Vick Muníz. El primero mas parece un ejercicio de marketing en favor de su país de orígen que nada. Y esto no lo digo porque cualquiera podria tomar una cámara de gran formato, fotografiar un edificio y luego hacer una enorme ampliación, si no pórque hay un gran engaño en todo eso, orquestado por las galerías de arte, frente a la ignorancia de muchos coleccionistas. Del segundo, diriamos que articular una imagen del Che Guevara con gotas de no se que, bueno, por favor de qué estamos hablando. Los curadores tienen demasiado que ver en esto. Es cosa de recordar la selección latinoamerica que se hizo en la Telefónica. El conceptualismo predominaba sin dudas.


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En Chema Madoz me recorde el rigor implacable de Sugimoto; los grandes formatos y el uso del blanco y negro. Su mirada es básicamente transformar objetos cotidianos, mediante puestas en escena descontextualizadas de un entorno propio al objeto, en nuevos significados, como puede ser la imagen de una cuchara cuya sombra en la mesa es la de un tenedor. Me parecio bien, y es que creo que no hay nada peor en esta epoca del arte conceptual, que las propuestas pretenciosas, que terminan, o siendo un engaño, o no comprendiendose en absoluto (de ahí la necesidad de explicarlas en un papelito, usualmente al lado de la obra).
El rigor técnico es notable, y si bien no es lo mas importante, no se puede prescindir de él, sin arriesgar la integridad de la obra. Espero que nuestros artistas conceptuales locales, que utilizan la fotografía como soporte único o "mezclado", entiendan eso. Normalmente sus productos fotográficos son de tal falta de rigor técnico, que parecen amateurs, donde apenas son mejores en pintura o escultura, todo esto, en favor de la idea.(recordemos que lo que hoy importa es la idea, no la ejecución. Que diría Walter de María y sus notables ejecuciones).

En la obra de Chema Madoz, y que creo es lo escencial, la propuesta no se queda en un papel, si no que prescinde de él, en favor de objetos que toman otras realidades y metáforas. No es necesario explicarlas, así como tampoco es necesario explicar las "formas conceptuales" de Sugimoto.

Mi último mensaje: a los artistas visuales nacionales que pretenden seguir ejecutando conceptos donde no hay rigor ni técnico ni de ideas, les recomiendo escribir su "obra" y no ejecutarla. Les ahorrarían con eso una segura incomprensión del público, una ridicula alabanza de la elite de siempre, y por cierto plata para los materiales.
Pero si quieren usar la fotografía, entonces sometance a un rigor técnico que solo ostentan los mejores fotógrafos. A eso hay que aspirar.


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El fotógrafo errante

En mis primeros años de fotógrafo "docto", mis temas fueron exclusivamente el paisaje en blanco y negro, siguiendo de manera irrestricta los postulados del viejo Stiglitz, Weston y "San Ansel". Me refiero al paisaje y sus equivalencias con el ser interior del artista. El trípode y el caminar reflexivo siempre estubieron presentes en dicho período (que por cierto de vez en cuando vuelvo a él). Llegué a la exageración de cargar una cámara de madera de gran formato. Fué un período hermoso y por cierto fructífero (dos libros publicados y dos exposiciones individuales).
Pero necesitaba probarme y salir de esos límites que me había auto impuesto. Comencé a cansarme del formalismo de este tipo de fotografía. Cartier-Bresson apareció en mi vida, al igual que otros tantos documentalistas, cuya mirada abarcaba básicamente la vida. Eso implicaba no solo el paisaje, si no que la gente, la vida urbana, etc. Por cierto la mirada era lo que mas me cautibaba. Esa elasticidad en recorrer temas distintos, con una mirada única y llena de sentimientos.
Al final del camino llegué a los trabajos en Polaroid de Robert Frank. Era cierto, tenía que romper mis fronteras, cambiar no sólo el sujeto a fotografiar, si no que escencialmente la mirada. Podía seguir utilizando la cámara de gran formato,por ejemplo, pero siempre y cuando fuera capáz de enfocarla con una mirada nueva y fresca.
Partí con la cámara de 35mm. Atrás quedó el trípode y comence a transformarme en un errante, donde fuera que estubiese. Necesitaba hacer ese ejercicio, aún cuando los resultados fueran discimiles. Me he pasado 2 años en eso, acumulando cerca de 100 planchas de contacto.
He decidido comenzar a revisar ese material, el cual no quería hacerlo por temor a encontrar algo sin valor. El esfuerzo será grande, ya que debo no solo editar las planchas de contacto, si no que además hacer copias de trabajo para la selección inicial (calculo mas de 200 fotos). Como hasta hoy en la mañana era 100% análogo, el trabajo debo hacerlo en el laboratorio, lo cual es muy largo y tedioso. Pero había que hacerlo y ver que es lo que hay en ese trabajo. No se puede estar acumulando en el tiempo trabajo y trabajo sin nunca editarlo (la cámara digital ayuda mucho en ese sentido).

Como sea, siento que este trabajo de fotógrafo errante, sumado al trabajo en el museo, me han permitido demostrarme que puedo abarcar nuevas miradas en este campo, con todo el riesgo que implica, pero con la tranquilidad de que no me he encasillado sólo en un tipo de fotografía o peor aún, una fórmula.

Mi buen amigo Daniel Barraco ya me lo decía, lo relevante para un artista respecto de su obras, es básicamente saber cómo empezar, pero una vez iniciado el trabajo, lograr que la mirada, el pincel o el cincel, se dejen llevar por si solos. Lo que hacía en un comienzo, tenía menos de esa randomización. Mis errancias tienen mas, definitivamente de eso.

Desde luego aún no he llegado a los trabajos del tipo escuela de Düsseldorf, como los Becher, Gursky, Struth, entre otros. Espero no llegar nunca, pero si lo hiciese, tendria claramente posibilidades en el Fondart...

Por ahora, me quedo con mis museos, mis errancias y tal vez algo mas.

Mis experiencias con el FONDART

El viernes pasado recibí la triste noticia de que un proyecto fotográfico mio, no logró ser financiado por el FONDART. Era segunda vez que fracasaba en esta instancia.
Por cierto con dos ya son suficientes. Lo que quiero decír es que no habrán mas postulaciones al FONDART. Se acabó.
Cual era mi proyecto (que por cierto esta en ejecución hace mas de 2 años, con un 90% de avance)? Una reflexión en torno a la memoria y el concepto de museo en Chile. Específicamente trata del Museo de Historia Natural, e intenta dar una mirada escencialmente precaria de esta insitución. El trabajo lo he realizado con los animales embalsamados, fósiles, malacología y botánica, entre otros. La mirada es en blanco y negro, como es habitual en mi estilo, y he utilizado el recurso de las vitrinas porlvorientas, entre otros, para dar un aspecto de teatralidad a los animales, por ejemplo. EL concepto de la memoria y la extinción están muy presentes en el trabajo.

Para consuelo mio, el trabajo, tal como lo indique ya esta bien avanzado. Básicamente debo ver como financio los marcos. El resto ya lo he financiado de mi bolsillo. Lugares para exponer, gracias a Dios, no faltan, aun cuando tenga que esperar un año.

Mi primer post: hablemos de fotografía autoral en serio

Para quienes no me conocen (la mayoría porque no soy en absoluto famoso), soy fotógrafo autoral, lo que dicho en otras palabras, es que simplemente he elegido el medio de la fotografía para expresar y desarrollar mi arte. Por supuesto que no puedo vivir de esto en este país, por razones obvias, razón por la cual mantengo a mi familia con una actividad muy distinta.

A pesar de no tener todo el tiempo del mundo, me las he ingeniado para llevar mi trabajo de fotógrafo mas alla de una simple afición de fin de semana, embarcandome en proyectos muchas veces autofinanciados. Esto me ha permitido darle un rigor a mi trabajo invaluable.

En los cerca de 8 años que llevo en esto ya he publicado dos libros y he realizado varias exposiciones en el país. Pero ya les contare de mi trabajo en detalle mas adelante. Como este es mi primer posteo, quiero referirme al desarrollo de la fotografía autoral en Chile, a propósito de una exposición que vi el fin de semana.

Efectivamente fuí a ver una exposición en la ex Municipalidad de Las Condes, hoy una valiosa galería de arte. El tema de la exposición es el amor y esta dividida en una colectiva de fotógrafos chilenos, y por otro lado hay una colectiva de autores europeos, "peces gordos", como Doisneau o Bouvat.

Mi opinión es que la colectiva chilensis es tremendamente irregular, de nivel bajo, salvo algunas excepciones. Lo de los europeos es de otro nivel, pese a la época en que esta hecho (50, 60, 70). Son imagenes que superan el tiempo, verdaderos relatos a partir de ese pedazo pequeño del mundo, que es la imagen.

Mi reflexión es que nos falta mucho. Como me decía un amigo fotógrafo argentino, en este pais no puedes crecer artísticamente en este campo. No al menos con los con lo que nos enseñan, sumado al normalmente poco esfuerzo por crecer. Estamos en la prehistoria de la fotografía, pese a todos los esfuerzos que se han hecho.

¿Que cosas nos permitirian crecer? para empezar, una mayor cultura en torno a la fotografía, la cual entre otras cosas, permitiera desarrollar un mercado para la fotografía autoral. Desde este punto de vista, no hay actualmente incentivos para poder dedicarse integramente. Los que somos fotógrafos debemos tener trabajos remunerados, lo cual implica dedicarle un tiempo escazo a la creación.

Se han hecho esfuerzos de difusión, como "Fotoamérica", pero los resultados en términos de crear este mercado no se han dado.


(foto de Elliott Erwitt, Magnum)